Neda
De la mano de Edicións Embora acaba de presentarse el libro “Muíños, fornos e pan de Neda”, de la profesora Manuela Santalla. Su documentado trabajo gravita alrededor de las instalaciones pre industriales movidas por las aguas del Belelle: molinos harineros, por supuesto, pero también molinos papeleros, la fábrica de tejidos de los Veiga y la fábrica de luz de A Fervenza tuvieron asiento en el río.
La artesanía y su hija, la industria, supondrían la creación, con una serie de prácticas y de técnicas, de los objetos necesarios para dar respuesta a las necesidades de cada momento, técnicas que serían por encima de todo producto del genio y de la peculiaridad personal del artesano y del industrial primigenio, reflejo auténtico del ser más profundo de un pueblo, de un tiempo y de un lugar.
Por eso, lo mismo que no podemos perder nuestra lengua, si queremos seguir siendo nosotros, no podemos olvidar las huellas de la artesanía y de nuestra primera industria, pese al derrumbamiento del mundo rural y de aquellas villas pequeñas, artesanas e industriales, que un día configuraron nuestra realidad y nuestra diferencia.
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